Contiene dos tipos de fibra. La insoluble, que es la que no se digiere y nos ayuda a ir al baño y la soluble que crea como un gel en el intestino que ayuda a no asimilar las grasas y azucares no necesarios. Esta fibra soluble es una de las claves del éxito del salvado de avena.
Gran aporte de hidratos de carbono: fuente recomendable de energía.
Su proporción de grasas poliinsaturadas es el doble que el de grasas saturadas.
El salvado de avena es muy rico en vitaminas del grupo B.
Muy alto contenido en minerales.
No contiene colesterol.